lunes, 29 de julio de 2013

Seguimos en la busca del bicho perdido...

Hola mozuelas!

Pues nada, estoy desaparecida, sí. Estoy disfrutando del veranito, en parte, porque este calor me quita las ganas de hacer cosas. Solo tengo ganas de estar espachurrada en el sofá o en la cama leyendo, viendo la tele... 

Además siento que no tengo mucho que decir, o que lo poco que tengo que decir, no interesaría por aquí. Aunque si lo pienso mejor, es mi blog, aquí puedo expresar todas mis frustraciones, mi miedos, mis inseguridades, mi cabreos, mis alegrías...

Pero bueno, aquí seguimos el costillo y yo, en la busca del bicho perdido. Este mes hemos tenido otro sustito, pero nada, ha quedado en eso, un susto. 

Cada vez estoy más desanimada, acabo ilusionada cada mes para que luego no haya nada. Veo a tantas embarazadas y tantos carritos por la calle que me cuesta creer que yo, algún día, estaré así. El costillo se le ve ilusionado con la idea, pero no quiere hacerse ilusiones hasta que no se confirme. Él es mucho más realista que yo y me ayuda a tener los pies en la tierra. Él es mi apoyo, mi fuerza, mi alegría, mi aliento... Se está portando de 10 y estoy segura de que será un buen padre.


Ya termino por pensar que algo falla en mí, sé que mis trompas son como la carretera de mi pueblo (todo curvas y cuestas...xD) a pesar de eso, el ginecólogo me dijo que todo estaba bien y que me tomara el Ácido Fólico, y así estamos. 

Pero bueno, hay que ser positiva una, que si no, las cosas que pìensas y envías son las que recibes y no está el horno para recibir malas noticias y malos farios, ¡calla, calla!. 

El mes de Agosto va a ser mi mes. Lo presiento.... xDD. 

Mientras:

                           


Un besote a todas.


jueves, 6 de junio de 2013

NO a la Sanidad DESHUMANIZADA


Me entró la inspiración para escribir este post el otro día en la urgencia pediátrica, una mañana de éstas en las que no tienes nada que hacer.

Como enfermera, a veces me siento avergonzada de algunos profesionales o compañeros y como persona me causa el mismo efecto.

 Es curioso que en primero de carrera, las encuestas señalen que la máxima prioridad de los futuros enfermeros sea el paciente, por encima de cualquier cosa. De su bienestar, de su salud, de su integridad... Más curioso es todavía que en tercero, los mismos estudiantes, hayan perdido al paciente por el camino. Ya no les interesa el paciente si no que, ahora, la prioridad es realizar a la perfección las técnicas y los procedimientos de Enfermería (léase extracciones, sondajes, gasometrías...). Es triste pero tan cierto como que me llamo Verónica.

Desconozco como será el tema en Medicina, pero imagino que sea más de lo mismo y con más motivo por lo que puedo ver y vivir de primera mano.

Esta situación, como ya he dicho, me parece súper triste e indignante porque no nos estamos dando cuenta y perdemos el pilar fundamental de nuestro trabajo, se nos olvida muy pronto que es por y para ellos por los que nos dedicamos a ésto.

Disfruto con la Enfermería, le da a mi vida un sentido que ninguna otra profesión hubiera conseguido. Desde pequeña quise ser enfermera pero mi miedo a la sangre me frenó un poquito bastante. El que me mareara cada vez que me sacaban tubos y tubos no ayudó mucho tampoco. Pero conforme fui creciendo, vi que era algo más psicológico que un miedo en sí.

Total que fui dando palos de ciego hasta que conseguí entrar en la dichosa carrera de Enfermería. No bastó que tuviera que irme a Talavera de la Reina a hacer otra carrera que no me servía para absolutamente nada, puesto que me fui con la intención de pasar un año allí, en tierras toledanas y pedir el traslado a Enfermería. Se complicó la cosa un poco y me vine, porque mi objetivo no era posible y mantenerme allí y tener un piso abierto para nada, pues era tontería. Así que, a los pocos meses regresé a mi ciudad y me puse a trabajar para no estar perdiendo el tiempo y por lo menos ganar dinero. Cuando llegó verano del mismo año, ya estaba matriculada en un FP superior de Imagen para el Diagnóstico, vamos, lo que viene siendo rayos de "tó" la vida. Y ahí me mantuve los dos años que duraba el módulo, pagando una pasta y trabajando al mismo tiempo para poder entrar en mi ansiada carrera.

¡Tanto tumbo tuve que dar por haber hecho el bachillerato de sociales!

Pasaron los dos años y llegó septiembre del 2009, entré en Enfermería con un sobresaliente y mi meta se había cumplido. Tanto esfuerzo había merecido la pena y obtuve mi recompensa. Pero (siempre hay un pero de por medio), para poner la guinda al pavo, me pilló Bolonia y puedo decir que soy de la primera promoción de Graduados de Enfermería. (Del grado hablaré en otro momento, si eso, porque como empiece a hablar y despotricar, no acabo en la vida).

Todo este rollo viene porque me da mucha rabia que con lo que me ha costado llegar hasta donde estoy, haya gente que no sienta esta vocación (y aquí también meto a médicos), que haya gente que escoge estas profesiones por un buen salario y, a mi parecer, haya gente que no tenga las habilidades necesarias para desempeñar un trabajo como éste, tan bonito y sacrificado a la vez. Y no estoy hablando de habilidades en cuanto a manejar a la perfección la dolorosa técnica de la gasometría, si no de habilidades sociales, de saber TRATAR al PACIENTE, de empatía, de saber dónde, cómo y cuando tienes que estar, de acompañar, consolar, aliviar, de respetar, respeto hacia su persona y a su intimidad, porque al fin y al cabo son eso, personas, personas que sienten y sufren, no máquinas a las que puedes tratar como tu quieras. No puedes permitirte el lujo de equivocarte porque estés pensando en la mona pascua porque un error puede hacer que te lleves a una persona al otro barrio en un plis-plás. Y algo que vengo observando, sobre todo que estoy en Urgencias, es que se nos olvida muy fácilmente que las personas, los pacientes sienten dolor o un malestar que les hace acudir a Urgencias. Que sienten que sus necesidades no están como deberían estar, que su percepción de salud no es el esperado y para eso estamos nosotros, para intentar subsanar, cubrir y curar en la medida de lo posible.

Por eso, me lleva  a los demonios que un Señor ingrese en Observación (por una determinada patología), un Señor que, resulta, estaba de senderismo por aquí, por tanto se encuentra fuera de su casa, de su familia, que ya de base tenía una enfermedad que le impide mover la mitad de su cuerpo y que no se puede comunicar con normalidad (pese a su juventud) y que, lo más importante creo yo, su familia esta en otra comunidad.

 Por eso mismo, me parece lo más normal del mundo, que el hombre ingrese emocionado, que llore como un niño. Porque es humano, tiene sentimiento y entiendo que su situación es difícil. Y me joroba (por no decir otra cosa) que llegue la médico de turno y le diga al hombre que no llore. El pobre para, pero cuando nos acercamos a prepararlo y el hombre rompe a llorar otra vez, la misma médico se levanta de su silla velozmente y le repito al Señor que no llore, una y otra vez. El hombrecillo acaba sollozando y reprimiendo el llanto, pero no puedo, por lo que la "pedazo" de médico se levanta, nuevamente, de su cómoda sillita y termina gritándole "¡¡¡¡Que te he dicho que no llores más, que me pones nerviosa y no puedo trabajar!!!!" A todo ésto, a ti se te queda una cara de gilipollas que flipas, pipas y te repites una y otra vez que no puede ser verdad, que es imposible que eso haya pasado.

 Una médico joven, que lleva tantos años preparándose y formándose, le dice eso a un hombre, ella que solo se acerca a él porque le hace falta alguna cosa o necesita hacerle algo y no se preocupa lo más mínimo de como se encuentra salvo por su patología, solo ve enfermedad no ve más allá de eso y se olvida que detrás de una fibrilación, un cáncer o una apendicitis hay una persona, con NOMBRE y APELLIDOS que sufre, no es "la cama 9" o "el del cáncer".

 Y ya para coronarse la tía, llega el momento en que la mujer del paciente llega a la Observación a ver a su marido. Os podéis imaginar la situación, ¿no?. Pues obviamente el hombre se emociona, llora y solloza y su mujer igual, se funden en un abrazo que, os juro, me llegó al alma. Pero tranquilas, que rápida y veloz se acerca nuestra "héroe" y corta la situación de raíz y les dice, con los brazos en jarra "Pero vamos a ver, que te he dicho, que no llores, ¡QUE NO LLORES!"





Me sentó tan mal que mi reacción instantánea fue acercarme a él, cogerle de la mano, mirarle a los ojos y decirle "Puedes llorar todo lo que quieras, si necesitáis cualquier cosa solo tenéis que pedírmelo", puse el biombo y arreando. Todos fuera, que tuvieran su momento de intimidad. Cada poquito rato me iba acercando para cogerle de la mano, pasarle la misma por la frente y mirarlo a los ojos para preguntarle como se encontraba y hablar un poquito con él.

El paciente se fue de observación para ser trasladado a su ciudad y se despidió de mí, cogiéndome de la mano y  dándome las gracias, unas gracias que sentí sinceras, una mirada que mostraba agradecimiento y emocionados los tres (paciente, esposa y yo) me despedí del matrimonio deseándole que todo saliera bien.

 Son estos momentos son los que le dan sentido a mi trabajo, me animan a seguir adelante, que sienta que hago bien mi trabajo y que me importe un carajo lo que me digan los demás porque hago lo que siento, lo que creo que es correcto, lo que me gustaría que me hicieran a mí si estuviera en el lugar de este hombre, por ejemplo.

 Para mí, el contacto directo con el paciente es lo más bonito que tiene mi trabajo y disfruto con ello porque creo que así ayudo a los demás, creo que les hago sentir mejor en esos momentos tan delicados y que vean que pueden contar con su enfermera. Que estamos ahí para algo, no para poner medicación y hacerles daño.

Sin más, aquí os dejo mi pedazo de sermón, pero es que mi INDIGNACIÓN es máximo y quiero quejarme y gritar que las cosas deberían cambiar y el cambio debe empezar por nosotros, los profesionales.


lunes, 3 de junio de 2013

Soy un desastre + ¿bicho a la vista?


Soy consciente de los pensamientos al respecto que ésta entrada puede causar, pero he de ser sincera y la intención es que éste sea un blog-diario personal...jeje.

Así que, sin más dilación... No recuerdo la fecha de mi última regla, creo que fue a primeros de mayo...

 Hace como cosa de año y medio dejé de tomar la pastilla anticonceptiva porque no quería seguir tomando estrógenos por vía externa por muchos motivos que lo mismo, un día me animo a comentar. 

Después de dejar de tomar las pastillas, mi menstruación ha sido regular hasta hace un par de meses, y es que la roja se ha vuelto loca, lo mismo me viene el día 2 que el 13...

Ya sé que es algo que tengo que tener controlado, pero lo he ido dejando diciendo "mañana lo apunto" y mañana era "mañana, sin falta no pasa de que lo apunte..." y así eternamente hasta que a día de hoy no recuerdo la fecha en la que me vino por última vez la regla.

Todo este rollo viene porque, este sábado, sabadete, empecé a manchar de una forma muy rara que no tiene pinta de ser mi estimada amiga mensual. Y digo manchar porque no llegaba a ser un sangrado. Unas pinticas que tintaban el papel higiénico. Apenas unas gotejas que manchan el salvaslip, pero nada más. Y mis reglas son muy abundantes, incluso desde el primer día...

 A pesar de no conocer la fecha de mi última regla, si que conozco, de sobra, como son mis menstruaciones. Y ésto es de lo más raro...

Ayer, domingo, apenas manché, de hecho hubiese sido imperceptible a mi vista de no ser porque sé que el día anterior estuve manchando y he estado pendiente. 

Hoy, más de lo mismo. Y os preguntaréis si tengo alguna sintomatología, pues bien, he de decir que mis menstruaciones vienen acompañadas de toda los síntomas característicos de un embarazo, por lo que no me fío mucho. Ya he tenido unos cuantos test negativos hasta la fecha porque pensaba que estaba "preñá"...

Pero de todos modos, resalto algunos para dejar constancia y si a alguna de vosotras os ha pasado lo mismo, me comentéis jejej.

 La semana pasada, tenía el vientre hinchado como una pelota, es la primera vez que noto el vientre tan, tan hinchado. 

Noto un "run run" en la zona de los ovarios pero no llega a ser un dolor como cuando la roja anunciaba su aparición, porque mira que me duele la jodía..

Náuseas si que he tenido. Y mareos... los mareos en mí son normales porque tengo una enfermedad que me los produce muy de vez en cuando entonces...

No tengo dolor de cabeza, y éste es uno de los síntomas que primero aparece.

La roja, cuando anuncia que va a venir lo hace con una semana, como mínimo, de antelación y ya me voy preparando para su llegada xDD. A pesar de no ser un reloj en cuanto a día de bajada, sí que sé cuando me va a venir.

Así que mi pregunta es ¿Será éste un SANGRADO de IMPLANTACIÓN? ¿La búsqueda de mi bichete ha dado su fruto tan pronto?

Ahora mismo llamaré al ginecólogo para que me cite y en un par de días me haré la prueba de embarazo. Quiero ver, si en un par de días me baja y ha sido una falsa alarma; si ha sido un desorden de mi regla puntual o es que hay sorpresa...jejeje

Un saludo.

domingo, 2 de junio de 2013

Bienvenidos a mi blog



Me llamo Verónica y soy una enfermera en ciernes de veintitantos en algún lugar de La Mancha. 

Llevo 9 años con mi pareja (sí, prácticamente toda la vida juntos) y desde primeros de 2013 mi costillo se ha decidido y le ha entrado el instinto paternal. Yo ya llevaba tiempo queriendo dar un paso más en nuestra relación, pero conforme están las cosas y con una carrera a mitad, no era plan. Por suerte, ya solo me queda un cuatrimestre (acabo en diciembre de este año) para ser enfermera, en paro pero enfermera al fin y al cabo.

He decidido crear este rinconcito, para dejar constancia de todo este proceso que quiero iniciar y unirme a la familia bloguera.

Soy una adicta a blogger y llevo mucho tiempo leyendo a muchas de vosotras y viviendo, en muchos casos, vuestros embarazos, como crecen vuestros bichetes, cada aventura que contáis..., como si de mí se tratara.

También he de confesar que hace tiempo que voy buscando todo tipo de información sobre bebés, embarazos, pañales de tela, colecho, lactancia materna y un largo etcétera que bien podría hacer un máster.

Al primer blog que llegué, en mi ávida búsqueda, fue al de La Aventura de Mi Embarazo, por ello guardo a Alexandra un especial cariño, porque fue la primera que me abrió un mundo de posibilidades en ésto de los blogs, fue a la primera que leí que hablara de esa manera tan abierta sobre el colecho, la lactancia y la forma de criar a sus hijos.

 Siempre he creído en la crianza natural, pero desgraciadamente, en mi entorno, no se estila mucho. Tengo que aguantar todo tipo de comentarios cuando opino y hablo de como me gustaría criar a mis hijos. También he de decir, que poco a poco, voy viendo como la mentalidad (en mi pequeña ciudad) está cambiando (supongo que la crisis tenga algo que ver) y ves a madres porteando (cosa jamás vista por estos lares), por ejemplo. 

No quiero enrollarme como una persiana en mi primer post. Por eso, COMIENZO esta primera entrada anunciando que ya hemos empezado la búsqueda de mi primer bicho y espero que mi blog, se convierta en mi diario, ese que tanto me costaba escribir hace años, y que me ayude a llevar esta experiencia nueva en mi vida, poder conocer a mamis y futuras mamis con mis inquietudes y poder intercambiar toda esa sabiduría que la vida hace que aprendamos. También espero poder ayudar contándoos mis vivencias y mi proceso. 

Un saludo bien grande y espero que me acompañéis en este nuevo proyecto que empiezo con muchas ganas.